El Feng Shui se traduce literalmente como, viento y agua.
Es una ideología nacida en China hace unos 4,000 años, en las riveras del Rio Amarillo. Tiene su origen en filosofías antiquísimas como el Tao, donde describe la representación del principio de la dualidad y la importancia del equilibrio en las cosas, donde la tierra y todos lo que la habitamos, no somos más que una partícula en el espacio y que somos afectados por las energías del universo en todo momento y en todos los aspectos de nuestra vida, tales como nuestros pensamientos y nuestras emociones.
Esta filosofía nace por la necesidad de ser muy cuidadosos al momento de escoger el sitio para construir las viviendas, ya que el agua del rio y el viento afectaban las construcciones, por eso, buscaban espacios que brindaran protección y progreso a sus habitantes, porque en caso contrario, éstos podían tener la desdicha de que sus hogares fueran destruidos. Este delicado oficio en ese entonces era realizado por aquellos que eran considerados sabios, como los ancianos, que a su vez, iban transmitiendo los conocimientos de generación en generación hasta haber evolucionado en lo que hoy conocemos como Feng Shui.
La base de esta corriente es el Chi, que no es otra cosa que la energía que podemos conectar a los sitios donde nos desenvolvemos. Por lo tanto podemos afirmar que el Feng Shui es una disciplina que busca mejorar el medio ambiente, la arquitectura y el diseño interior de los lugares donde desarrollamos nuestras actividades.
Los elementos del Feng Shui son: la tierra, el fuego, el metal, la madera y el agua, los cuales podemos representar en El pa kua o Ba gua (ocho estados de cambio) que es el nombre que recibe el símbolo chino compuesto de ocho trigramas ordenados de una manera determinada alrededor de un centro, el yin-yang. El Bagua se divide en 8 direccion
Porciones que corresponden a los puntos cardinales.
Cuando se realiza la división mediante un cuadrante se generan 9 áreas en el mapa, cada una de las áreas representa un área de la vida o también podemos llamarla aspiración. Si representáramos estas 9 áreas en tu escritorio quedaría algo así:
Iré explicando cada cuadrante de manera lineal desde la parte superior izquierda:
En el primer cuadrante, que en el Ba Gua corresponde al número 4, se encuentra la abundancia, la cual está representada por el elemento madera. En esta parte podemos poner, por ejemplo una calculadora, o unas monedas decorativas o algo que nos evoque al dinero o los números y esté más completa nuestra área abundante.
El siguiente cuadrante, número 9, corresponde a la fama, al reconocimiento, a que todo mundo quiera ser nuestro amigo y tengamos su admiración, aunque no seamos artistas o cantantes o actores, con la admiración de los que nos rodean basta, ¿no? Su elemento es el fuego, por lo tanto una lámpara quedaría genial.
El cuadrante de la esquina superior derecha, número 2, simboliza las relaciones personales y el amor, cuyo elemento es la tierra por lo que una planta natural es lo ideal para decorar ese espacio o, si es que no quieres batallar buscando bajo el sol o la lluvia, una planta artificial quedaría excelente, sobre todo si no quieres exponer tu vida privada con una foto.
A la familia le corresponde el cuadrante intermedio, el número 3. Como la madera es su elemento, un cuadro de este material con una foto de tu familia estaría perfecto. Ahora que, si como mencionamos en el punto anterior no es el caso exponer situaciones familiares o tu privacidad, con una estatuilla o escultura o cualquier rama que te encuentres por ahí y que te guste, funciona perfectamente, el chiste es que sea madera.
En el centro exacto se ubica la salud y la armonía. Su elemento es también la tierra, así que con la planta que ya aplicamos en el apartado de relaciones es suficiente, pero si tienes espacio y así lo prefieres, puedes poner unas flores naturales o artificiales. Algo que represente al elemento tierra.
El área central derecha, conectamos con la creatividad, sector 7. El metal es su elemento, y algo muy sencillo sería una lapicera de este material lleno de plumas de colores que despertará tu creatividad y entrarás en armonía con ella. (Las latas de chesco o jugo no aplican)
En la parte inferior izquierda, el número 8, tenemos el conocimiento. Su elemento es la tierra. Aquí coloca libros o una libreta donde anotes las cosas que despierten tu interés, puedes escribir un diario, anotaciones, los pensamientos que te llegan de repente a la mente o las reflexiones que logras mientras miras el techo o al compañero de enfrente.
El trabajo, en la parte baja central, como número 1. A veces lo que más disgusta, a veces lo que más flojera da pero que no podemos dejar lado, a menos que no te importe que todo mundo tenga que pagar tu comida o las chelas. Justo ahí, puedes colocar tu computadora, tu fiel y única confidente durante tu jornada laboral.
Y al final tenemos, en el sector 6, los viajes y a las personas que por alguna u otra razón son importantes, los que nos pueden echar la mano cuando lo necesitemos o bien, nos enseñan algo útil y positivo todos los días, todos aquellos que nos hacen la vida más feliz, que nos dan lo mejor de sí con su mejor vibra. Aquí puedes poner el teléfono y/o el celular, lo que representa conexión y comunicación con todos ellos. Si cuentas con espacio suficiente, puedes colocar algo referente a algún viaje que te haga mucha ilusión hacer.
Por supuesto que hay muchas cosas que puedes hacer para mejorar tu bienestar laboral, pero esta práctica potencia la energía, mejora tú vibra y la de tu entorno, te hará fluir mejor.
Piensa y reflexiona ¿Cómo quieres tener prosperidad en tu espacio de trabajo si vives enredado en el desorden y caos? Si no organizas tu entorno, tendrás bloqueos creativos y dificultades con la fluidez de ideas. En cambio en un lugar ordenado el Chi circulará sin problemas y el Sheng Chi (energía positiva) podrá moverse en tu oficina.
Dicen que quien se rige por los principios del Feng Shui logra llevar un orden, control y equilibrio en casi todos los ambientes tanto personal, familiar, laboral y deportivo.
